Se encuentra usted aquí
Aguas grises para riego en el agro, una oportunidad en curso.

En el evento, organizado por la Achipia (Agencia chilena para inocuidad y calidad alimentaria) los participantes analizaron desde lo técnico, normativo, sanitario y productivo el cómo progresar en el uso de aguas tratadas para un riego seguro.
En la ocasión hubo consenso general en la necesidad de utilizar nuevas fuentes de agua, dada la escasez hídrica global y la particular fragilidad de Chile en este aspecto, que de acuerdo a informes de entes especializados como el World Resources Institute y el Aqueduct Water Risk Atlas está en la categoría de alto estrés hídrico.
Se analizaron en profundidad las posibilidades que ofrece el uso de aguas grises tratadas para el riego de diversos tipos de cultivos agrícolas, tanto los que actualmente faculta la ley como también aquellos que por el momento están prohibidos.
En términos generales hubo consenso en que las aguas grises tratadas tienen un alto potencial de usabilidad para el riego agrícola, pues los avances técnicos permiten generar agua con calidad de riego que cumpla con la norma e, incluso, la supere. Los mayores desafíos se identificaron respecto a las personas, para que hagan un uso adecuado de las instalaciones y permitan que los sistemas trabajen adecuadamente. Hubo coincidencia en la necesidad de propiciar las condiciones para generar una adecuada educación para crear una nueva “cultura del agua”.
Uno de los desafíos identificados fue cómo garantizar el correcto mantenimiento de los sistemas cuando sean instalados en viviendas o espacios gestionados por las personas.
Dr. Julio Romero, investigador del Proyecto GWR, expuso sobre tecnología de membranas
Disponibilidad de datos y trazabilidad
Una expresión de deseo compartida por prácticamente todos los expositores es la necesidad de que se centralicen y compartan los datos aportados por las distintas investigaciones respecto a la disponibilidad y calidad del agua, independiente del organismo que las genere, para promover el desarrollo de un conocimiento robusto con crecimiento continuo. A este respecto, se enfatizó en la necesidad de promover una cultura colaborativa entre todos los entes que desarrollan investigaciones y que, idealmente, se incorpore al empresariado del agro para generar sinergias.
En términos técnicos hubo ponencias que enfatizaron en el imperativo de controlar los riesgos sanitarios, generar modelos sólidos de implementación y asegurar el mantenimiento de las instalaciones.
Noticias


