Se encuentra usted aquí
Muros verdes, un aporte a la sustentabilidad de la vivienda
La implementación de muros verdes en las edificaciones progresivamente comienza a constituirse en una alternativa real para mejorar la sustentabilidad y habitabilidad de las viviendas, pues, entre otros beneficios, actúan como reguladores térmicos, sirven como barrera sónica para mitigar los ruidos, mejoran la biodiversidad, contribuyen a la limpieza del aire por la filtración de CO2 e inciden en el bienestar emocional.
Las cifras lucen auspiciosas: algunos estudios establecen que los muros verdes pueden mitigar los niveles de ruido en cerca de 10 decibeles, reducir hasta en 5 grados la temperatura en verano y mantenerla en invierno y cada metro cuadrado de muro verde puede filtrar hasta 2 kg de CO2 al año,
Distintos tipos
Según precisa Ricardo Abejón, Dr. en Química e integrante del Proyecto GWR, existen distintos tipos de muros verdes, los que pese a diferenciarse en su estructura e implementación, poseen los mismos beneficios: están los llamados directos e indirectos. Los primeros corresponden al modelo donde las especies vegetales son plantadas en el suelo y se desarrollan sobre elementos dispuestos sobre el muro para llegar a cubrirlo, en tanto en el segundo tipo las plantas viven y crecen en elementos contenedores dispuestos en una estructura de soporte.
Los muros verdes del tipo indirecto son los que presentan mayores posibilidades para el uso en los edificios y son los que se aplican usualmente en las ciudades. Entre los más habituales se encuentran los del tipo panel, conformado por paneles con plantas que se montan sobre una estructura; tipo fieltro, donde las plantas se disponen en los bolsillo de un gran paño de este material que se instala sobre una barrera impermeable, y los del tipo enrejado, que son aquellos donde las plantas se disponen en maceteros que se acoplan a un armazón instalado en el muro.
En todas las circunstancias es primordial realizar una adecuada elección de las especies que se utilizarán, las que deben ser seleccionadas considerando el clima del lugar donde se instalen, para asegurarse que tengan buen comportamiento durante todas las estaciones del año e idealmente ser ejemplares que no desarrollen raíces grandes. La determinación del sustrato es otro factor determinante, tal como el disponer de un sistema de riego adecuado. Para ello, lo ideal es una opción automatizada, que se apoye en sensores para monitorear la humedad y así asegurar que la entrega de agua sea la adecuada, tanto en frecuencia como en cantidad.
Piloto GWR
De acuerdo a lo indicado por el Dr. Esteban Quijada, director del Proyecto GWR, en la actualidad, están concluyendo las últimas etapas de la experiencia piloto ejecutada en el marco del proyecto GWR, para determinar las especies vegetales que presentan buen comportamiento para ser usadas en muros verdes en la Región Metropolitana. El estudio se llevó a cabo durante tres meses, período en el cual las plantas fueron sometidas a riego con tres tipos de agua: aguas grises no tratadas, aguas grises purificadas mediante procesos electroquímicos y agua potable.
Los resultados preliminares permiten establecer que la Cinta o Malamadre (Chlorophytum comosum), Hiedra Blanca (Hedera helix variegata) y Dymondia (Dymondia margaretae) tienen las características para tolerar adecuadamente las condiciones de calor y frío presentes en la capital de Chile.
En la vivienda sustentable construida por el proyecto, en el Centro de tecnológico de Corfo (CTEC), en la laguna Carén, ya están instalando los muros verdes, que se regarán con aguas grises tratadas con un sistema electroquímico y de membranas que elimina restos de grasas, detergentes y colorantes, entre otros residuos, que podrían perjudicar la calidad de la tierra y la vida de las plantas.
Expoagua
En la feria Expoagua, que se realizará el 10 de octubre, en el centro de eventos Metropolitan Santiago (ex Casa Piedra), el proyecto GWR presentará un piloto, que mostrará cómo opera el sistema de filtrado de aguas grises, pensado para reusar hasta el 70% de los 170 litros de agua potable que una persona consume en promedio, diariamente.